Entrevista a Susana García Dolla, Directora General de la OIVE: “El vino español tiene un amplio margen para mejorar su posicionamiento en términos de valor”
La Interprofesional del Vino, que agrupa a las entidades representativas de toda la cadena de valor del sector vitivinícola, presentaba hace unos meses el Relato del Vino Español, un documento estratégico diseñado para reforzar su imagen del en los mercados globales. De esa imagen y de los retos que afronta el sector este 2025, hablamos con su directora general, Susana García Dolla.
¿Qué cuestiones son ‘urgentes’ para el sector este 2025?
Más que urgentes lo definiría como los trabajos en los que no podemos dejar de invertir todos nuestros esfuerzos, pero no ahora, o para 2025, sino siempre, como incrementar el valor de nuestras exportaciones. Aunque España lidera el volumen de exportaciones de vino a nivel mundial, todavía existe un amplio margen para mejorar nuestro posicionamiento en términos de valor. Resulta imprescindible apostar por la calidad y la diferenciación de nuestros vinos, destacando su historia, diversidad y excelencia. A lo que creo que va a ayudar mucho el Relato del Vino Español, que acabamos de presentar, y que ayudará a construir un relato único y sólido de nuestros vinos. Diferenciarnos no solo reforzará nuestra competitividad internacional, sino que contribuirá a incrementar los ingresos y consolidar la percepción del vino español como un producto premium.
¿Seducir a las generaciones más jóvenes sigue siendo un desafío?
Sí, el sector debe intensificar sus esfuerzos para conectar con las generaciones jóvenes y rejuvenecer el consumo de vino en España. Esto implica romper barreras tradicionales y acercar el vino a un público más amplio, destacando su versatilidad y su capacidad para integrarse en estilos de vida modernos. A través de estrategias creativas, campañas cercanas y una narrativa que valore lo cotidiano, el vino puede recuperar su protagonismo entre los consumidores más jóvenes y convertirse en un referente de disfrute responsable y contemporáneo.
También es necesario que sigamos invirtiendo en medidas sostenibles y en tecnología innovadora, esencial para mitigar los efectos adversos en los viñedos y garantizar la resiliencia del sector. La sostenibilidad ya no es una opción, sino una necesidad urgente para asegurar el futuro de esta actividad, clave tanto para la economía como para el equilibrio medioambiental.
Entre los objetivos de muchas bodegas se reitera siempre la diversificación de mercados. ¿En qué nuevos mercados tiene buenas oportunidades el sector?
Dentro de Europa, Irlanda y Polonia son países que ofrecen un potencial interesante para nuestros productos a medio y largo plazo, aunque no podemos dejar de lado mercados de valor y estables como Países Bajos o Escandinavia.
Fuera del mercado interno, México es definitivamente un espacio con amplias oportunidades de crecimiento, como muestra su evolución durante las dos últimas décadas. De hecho, este mismo año hemos empezado a promocionar los vinos de España en este país y hemos reconfirmado en persona los buenos datos que se estaban registrando año tras año en nuestros análisis.
A falta de cerrar los datos de 2024, ¿qué balance hace del año que acaba?
El año 2024 ha sido uno de consolidación para el sector vitivinícola español. A pesar de los desafíos económicos globales, como la inflación y las tensiones en el comercio internacional, hemos logrado aumentar ligeramente el consumo interno, que es uno de nuestros principales objetivos como Interprofesional.
Estamos en un contexto volátil e incierto y es en esos momentos cuando hay que tener muy claro el rumbo a tomar.
¿Qué vinos cree que serán tendencia en 2025?
Las tendencias en el mundo del vino también vienen marcadas, como en el resto de sectores agroalimentarios, por la importancia de la sostenibilidad, la autenticidad y la adaptación a nuevos estilos de consumo. Los consumidores no solo buscan calidad, sino también productos que reflejen un respeto profundo por la naturaleza y el entorno.
Las variedades autóctonas también están llamadas a desempeñar un papel central. Vinos cargados de identidad y ligados profundamente a su terruño que ofrecen a los consumidores una experiencia auténtica y singular que conecta con las raíces culturales de España.
Por otro lado, los vinos de baja graduación y frescos continuarán siendo una elección, especialmente entre las generaciones más jóvenes. Su carácter ligero y accesible se adapta perfectamente a estilos de vida dinámicos, promoviendo un consumo más informal y versátil. Esta tendencia no solo responde a una demanda específica, sino que también contribuye a modernizar y rejuvenecer la imagen del vino español.
El crecimiento del consumo de los vinos más frescos, como blancos o espumosos, ¿perjudica a España?
El aumento en la preferencia por vinos blancos y espumosos es una oportunidad más que una amenaza. Estos vinos han experimentado un crecimiento sostenido en los últimos años, impulsados por su versatilidad y atractivo para nuevos consumidores, especialmente entre generaciones más jóvenes. España, con su diversidad de climas y variedades autóctonas, cuenta con una oferta excepcional en estas categorías. Son vinos que nos ayudan a conquistar mercados, reforzando la imagen de nuestro país como líder en calidad y diversidad. Este cambio en las preferencias también impulsa a las bodegas a innovar y adaptarse, fortaleciendo la competitividad del sector.
Por último: BWW25 está a punto de abrir puertas y lo hará en dos pabellones en lugar de uno y con más de 1.200 bodegas. ¿A qué atribuye el éxito del salón?
El éxito de la BWW radica en su capacidad para convertirse en un punto de encuentro estratégico para el sector vitivinícola. Este salón no solo muestra la riqueza y diversidad de los vinos españoles, sino que también actúa como un escaparate de las tendencias globales del sector. Además, su ubicación en Barcelona, un referente cultural y gastronómico, refuerza su atractivo.
La consolidación de esta feria refleja el dinamismo del sector vitivinícola español, así como el interés creciente por nuestros vinos en los mercados globales, y la participación de más de 1.200 bodegas evidencia la confianza del sector en este evento como una plataforma clave para el desarrollo comercial, la creación de redes y la promoción de la marca España.